jueves, 20 de febrero de 2014

La vida insípida


Cambio vida insipida por un deseo apasionante ... o dos.

Deseo, deseando desde que te ví comprar el pan recién hecho, comerme un bocadillo contigo; en mitad del campo, donde un río de cerveza se acerque cantando guajiras. Y la hierbagüena enredá en tus zarcillos. 
 
Cuando el corazón llora, se le olvida hasta el pañuelo, y en la manga de la vida se suena sus penas. 

Sólo … un beso en la nariz, de los que alivia las congestiones nasales de tipo emocional, un pequeño masaje en el hombro izquierdo sintiendo el calor de tu mano, y… entonces se relajan los deíllos de los pies. 
 
Una hormiga mira al cielo, la luna corazón doliente va recitando poemas de Machado, llora y suspira. Pobre, vive sufriendo un querer. 

No tiene remedio:

¡Ay pobre corazón mío, con los palos que se lleva y no se dá por vencío!.

Sevilla, llena de embelesos, nos convierta los deseos en un paseo por los jardines de los Reales Alcázares; las palabras, en cantes de Triana; y la Giralda nos señale dónde se tapea ese jamón que los flamencos sueñan desde chiquititos. 
Más historias insípidas en casa de Maribel
 

7 comentarios:

  1. ¡bien por José! ¡y con la misma gracia de siempre compañero!!!

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  2. Vale el cambio, lo insípido se desgrana con esas palabras tuyas.
    Y sí hay corazones que lloran, que lo hagan a modo de poesía. Un placer!
    Besos!
    Gaby*

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  3. Quiero ese cambio, lo insípido toma tomar gustillo con la sal que le acabas de poner. Olé.
    Un abrazo.

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  4. Está claro que Sevilla, José Miguel, nos dará la oportunidad de escapar de la insípida vida por un par de días. Allí nos veremos, delante del fino y el jamoncito.
    Un fuerte abrazo.

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  5. Pues Sevilla te espera engalaná, para que le regales palabras de amor a sus pies...
    Apunto "El José Miguel" quiere jamón del güeno...

    Besos, te esperamos!!

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  6. Me quedo con esta frase. Es genial
    ¡Ay pobre corazón mío, con los palos que se lleva y no se dá por vencío!.

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