Cuando la Luna no tiene
luz, le hablo despacito, sin prisas, con la confianza que da la noche. Está
ahí en zapatillas, relajada.
Le voy contando que
cada vez entiendo menos. Que el otro día me preguntaron cómo se escribía una
palabra con b, v… no lo sé. No lo se. Cada vez que tengo que oírme un no lo se,
no se lo que siento.
Antes parecía fácil saber,
entender, escribir, soñar, viajar, querer, volver, regalar, dormir; ahora…
Hablar con la gente es
lo que me consuela, alejarme del ordenador, de internet, mirar a la vida con la
cara de asombro de los niños que se toman su helado de chocolate, dejando
rastros de fondán en sus labios, en sus mofletes, en su nariz, en su mirar.
No importa, porque será
la misma brisa del Mediterráneo la que
moverá esta noche el abanico de colores en tu corazón.
Cántame lo que sientes,
préstame tu reír, Luna, quédate, que si no, me engañan hasta en la pescadería.
Cuando llegue tu luz, cuando
te vea y te rías y tu pelo y tu voz y tu pañuelo…
Selene esta noche estás
tan guapa, que hasta tu bostezo, plata fina del Albayzín, lo grabaré en la
madrugá.
Bulevar vacío, agua en
calma. No me canso, en susurros …hasta que viene el sueño.
Noche en la ventana, gesto
de seguir tu camino, último intento, por
bulerías:
Quédate un poquito más,
Luna, porque dicen que a veces se tarda el alba.
Vida, llena de verde,
de agua, de soles y de atardeceres y
gorriones, de mundos, de libros, de música de ti… sólo queda vivirlo.
Preciosa tu confidente Luna y muy tempranera ¿no?
ResponderEliminarPensamientos en voz altas acompasados con melódicas palabras que nos brindan una vez más la posibilidad de saber lo bien que las conjugas. Que venga la luna, que no se vaya, que si no nos quedamos mudos. bello.
ResponderEliminarGracias por participar y si quieres puedes recoger en mi blog el estandarte lunero con tu nombre. Un beso
Me ha encantado tu diálogo plácido con tu luna José Miguel, me ha resultado muy placentero hacerlo. ¡muchos saludos!
ResponderEliminarAsi es como se habla con la luna, despacito y en zapatillas de estar por casa, en la intimidad.
ResponderEliminarA veces hay que alejarse un poquito del teclado y vivir disfrutando cada instante.
Por cierto. el bulevar se tiene que quedar vacio tarde, porque yo lo paseo y madre mia cuanta gente, he tenido que buscar caminos alternativos.
Una preciosidad Jose Miguel, nos estas mal acostumbrando.
Un abrazo.
Con esas palabras tan bonitas, se humaniza esa preciosa Luna que te hace tanta compañía.Es bueno salir a la calle y disfrutar de las personas, del aire puro y de la visión en el cielo de esa Luna.
ResponderEliminarUn abrazo
Dónde está esa luna que es capaz de hacer a uno un poeta??
ResponderEliminarA la luna hay que hablarle despacito y con palabras hermosas, así como lo has hecho.
Un beso.
Ella nos acompaña, fiel, en cada etapa de nuestra vida. A su manera, es madre, es hermana, es amante, es amiga, es testigo...todo en una sola, ancestral y entrañable presencia!
ResponderEliminarUn abrazo
Pues vivamoslo amigo, al lado de la Luna que guarda en su redondez nuestros bellos sueños y bailando bulerias esperando que el Sol llegue y la mande un beso.
ResponderEliminarAbrazos cariñosos.
Qué cosas tan bonitas le dices a la luna, estará encantada de escucharte!
ResponderEliminarLleno de vitalidad, de amor a la vida este relato, en que veo la búsqueda de la complicidad de la luna, esa estupenda compañera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me da que la Luna tiene mas de un confidente :)
ResponderEliminarBss.
¿La luna en zapatillas? Qué arte más grande.
ResponderEliminarMe gustan tus escritos. Huelen a puchero a fuego lento y a incienso, a antiguo y a nuevo. No sé cómo amalgamas la paradójica mezcla, pero haces que el resultado sea hermoso.
Un saludo.
que bello me encanto en tu escrito hay ciertamente una pequeña sutileza una pequeña magia que nos encanta jajaja...
ResponderEliminarCuánta poesía y cuántas cosas bonitas le dices a esa luna y las escuchamos todos...
ResponderEliminarPrecioso!
Un beso!!
Me hiciste recordar mi regreso de la costa hacia Granada, por las sierras,una noche con una luna redonda, enorme y toda la poesía que encuentro en tus letras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Qué hermoso texto!!! Me dio paz leerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Una buena alianza. La Luna no engaña, siempre está y es el vehículo conductor de deseos, vemos a través de ella como lo humano se convierte en divino. Preciosos texto... a la Luna le gustaría.
ResponderEliminarAbrazos.
Que gozada tener esa interlocutora que te escucha sin preguntar. Sólo lo que le quieras contar. Saludos
ResponderEliminarqué repreciosa charlita con la luna, José Miguel, qué canchera, qué intima, qué feliz!
ResponderEliminarmi aplauso como abrazo.