Estoy, haciendo una
declaración de independencia, sabiendo que estoy a merced de las olas. De los
vientos, de tus palabras, de tus risas, de tus ocurrencias, de tus proyectos,
de tus miradas, de tus vestíos, de tu fragancia, de tus gestos, de tus
pendientes, de tus ilusiones, de tus uñas pintadas de añil, de tu manera de
decir, de tu forma de pensar, de las formas en que coges el tenedor y la cucharilla,
del viento que ondea tu cabello, del brillo de tus…
Todavía hago pie. Sirenita
se me acerca por estribor; sirenita no, sirenaza morena de ojos acaramelados,
lunar a juego en el entrecejo y gesto feliz, desenfadado, seguro, de los que te
pierden y no te das cuenta si es año bisiesto hasta que pasen otros cuatro
añitos.
Todavía hago pie, siento
la arena y puedo con el agua, la sigo.
Imagen reflejada en la
voz, de un cante que sólo a ella escuché. Insiste en que lo mejor será para el
final, cuando lleguemos.
Vamos enganchados como
dos velcros que pasean así por primera vez.
Ya no hago pie, los rayos
de sol nunca han sido tan sinceros. Y mi declaración ya sólo es de amor.
Da lo mismo que las
medusas de cada día me rodeen, que los tiburones se queden con la mejor tajada,
que los pulpos acaparen con todos sus brazos y que como siempre los demás terminemos
redactando libros llenos de títulos,
capítulos, secciones y artículos declarándonos independientes.
Todos somos, sorbo a sorbo cubitos de hielo en forma de
palabras para la ocasión que al derretirse dan luz, las más suave, la que no
podrás dejar de sentir, presencia fugaz y en su fugacidad, calor de una noche
de 4 de Julio.
Casiopea brilla tanto
que parece haber bebido del amor de un alma que se acercó demasiado.
Espero el día en que sean
tan sinceras como tú, porque entonces ya no harán falta.
Aún sabiendo que se está a merced de todo lo que nos rodea, hay que hacer una declaración de independencia y libertad.
ResponderEliminar¡Que suerte toparse con una sirena que te haga perder el "sentío". Saludos.
ResponderEliminarA la orilla del mar a poco que uno se deje, nacen estas palabras.
ResponderEliminarToda una declaración, de intenciones y de ilusiones.
Felices vacaciones Jose.
Un abrazo.
Los sueños son tan necesarios como el aire que respiramos, ellos nos ayudan a soportar la rutina diaria. Un relato bien descrito, he sentido la arena bajo mis pies y el canto de la sirena, ese canto que fue la perdición de tantos marineros.
ResponderEliminarBesos y bienvenido a mi casa.
Leonor
Cualquiera diría que en tu camino se ha cruzado Susurros, nuestra sirenita. Te diré algo, José Miguel: Si existe una fuerza en la naturaleza capaz por sí sola de acabar con nuestra independencia, sin lugar a dudas esa fuerza es el amor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Creo que sólo por amor se acepta el "recorte" de nuestra libertad!...ya sea sirena/sireno o de otra especie, el ser amado que nos inspire justificará -por sí sólo- el "sacrificio".
ResponderEliminarUn saludo juevero con algo de atraso!
Mi cataor de palabras.... qué bonito lo decis. Si da ganas de comprar dos...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y sigue diciendo bonito, lo que el corazón te dicta.