El primero. Me he
equivocado tantas veces que no sé como
lo hago. Si hay dos opciones, sólo dos… elijo y yerro. Justo antes de elegir sonrío,
porque cuando ya lo tengo decidido, me dan ganas de cambiar.
El segundo. Que sigo
esperándote, pese a que apenas quede un resquicio para tenerte entre mis brazos.
Te sigo haciendo poesías, las recito en la noche, y las doblo como un pijama debajo de mi almohada.
El tercero. Este
jueves, no sé cómo lo hago. Vi las fotos que puso Chelo y me puse a escribir.
Hasta descubrir que el tema era otro, al advertirlo ya era un escritor errado.
Le apartaba su cabello,
como el que sabe desplazar un pensamiento, acercó sus labios al oído. Ella con pena sólo
capaz de imaginarse cuando a ti te ha sucedío, tristeza de amor, definitiva, la
que dejará su marca sine die, corazones
que se graban en los árboles, juramento del violín como testigo.
No, no se olvida, tristeza
de enamorada, desconsuelo infinito. Cómo va a tener arreglo el primer desengaño,
sufrimiento que muerde el alma, suspiro que
el resto de tus días acompaña.
Sólo un pucherete
contenido, gesto de labios que anuncian su dolor, único consuelo.
Inocencia que no
entiende, alma que ama sin disimulo. Felicidad que no deja dormir. Bolsas de
chuches, darnos la mano, mirarnos, reírnos. Mientras, por los jardines y
alamedas, voy cantando un:
Yo te quiero a ti. Yo te quiero a ti. Yo te quiero a ti.
Cómo voy a leer, así no
hay quien lea. Nada es tan necesario como el que te dibujen las palabras con
colores de cera. Tan cercanas, que en susurros las protejas con la mano para que no se las lleve el Hada.
¡De pronto!..., le iba diciendo
con palabras que hacían cosquillas, los
ví jugar al que se equivoca le tiene que dar un beso en la boca, y …
¡Ay, los primeros besos, las primeras risas, cuánto valen aunque fueran como
estrellas fugaces!
¡Ay, Heidi, dibujos animados, llenos de libertad, montañas que eran
prados!.
Esta vez fue ella la
que le estaba diciendo:
-
¿ a qué no sabes quién te hizo el
regalo, tu amiga invisible?
El papel rosa con sus
nombres enlazados con una lluvia de te
quieros. Te quiero, y más te quieros, por tu mirada pensativa, por tu pelo
radical, por tus risas y mucho, mucho, mucho más te quiero por tu forma de …
esto no te lo puedo contar.
Luego vendrá la vida y
te enseñará que las sorpresas forman parte del Roscón de Reyes en Navidad.
Al final, flamenco
enamorado, manzanilla de Sanlúcar, ella bailando y él cantándole:
Pa tené tu grasia
Sa menesté
reuní
Muchas sircunstansias…
Muchos secretillos guardas tú, pero claro, si son como estos, llenos de poesía, , entonces los secretos son necesarios para vivir.
ResponderEliminarUn beso.
Un secreto lleno de poesía que discurre entrañable por entre los recovecos de la memoria de años felices, Para mí este secreto ha quitado importancia a los demás porque me ha hecho revivir algo pasado.
ResponderEliminarPasa lo que dices, a la cuarta la vencida, no pasa nada o pasa mucho en tu escrito, pasa la niña con su oreja caracola y el susurro te quiero, te quiero, te quiero envuelto en el celofán o en el roscón de Reyes, escondido.
ResponderEliminarSe acabó la coplilla con castañuelas, remate al chorro de creatividad desbocada e intensa.
Tus textos con flamenco, manzanilla y "enamorao". ¿Qué más se puede pedir? Un abrazo.
ResponderEliminarMi más sincera admiración. Un saludo
ResponderEliminarY el José Miguel que acaba escribiendo de lo que le da la gana, eso si, ¡que bien lo hace! Además, nos hemos enterado de algunos secretillos tuyos, pero prometo no contárselos a nadie. ;) Un beso.
ResponderEliminarYa sabes lo que dice la Ley de Murphi, (otra más)... ¿cuantas habrá? seguro que tantas como somos capaces de inventarnos: si podemos equivocarnos al elegir, seguro que nos equivocamos. Celebro que hayas galopado al escribir, ¿te acuerdas de Alberti? a galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar. Bueno que me salgo del tema, celebro que te pusieras a escribir tan sólo con ver las imágenes porque eso me ha permitido disfrutar una vez más de tu fuerza creativa que no es poca.
ResponderEliminarMe gusta ese toque flamenco que siempre adorna tus entradas.
Un abrazo.
De saberlo no traigo tres imágenes... te has disparado derrochando un mar de bellisimas palabras, poesía pura a golpe de corazón. ¿Se nota que me ha gustado?
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué importa que te hayas dispersado, que hayas comenzado con los secretos y hayas terminado regalando tanto poesía!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Una cadena de inspiradas palabras...
ResponderEliminarMe gusta como suenan, me gusta lo que dicen, me gusta ese dulzor que emanan, y vaya, que esto no lo digo en secreto. Que quede asentado!
Besos! Y un gusto leerte!
Gaby*
Me he perdido... pero supongo que se trata de eso. Y si no, ¿para qué son los secretos?
ResponderEliminarMe apunto al menos, a compartir el Flamenco y la Manzanilla, luego serán secretos a voces.
Abrazos
Me he hecho un lio con los secretos, con los amores, con tus errores al tomar decisiones....será por la manzanilla y es que yo me "arranco enseguía".
ResponderEliminar¡Ole tú!
Triplete de manojos de secretos para todos los gustos jejeje aunque en realidad son todos muy románticos muy poéticos.
ResponderEliminarEsta es la mejor carta que se lepuede mandar a un director, llena de poesía y de cante.
ResponderEliminarUn abrazo