Si yo supiera ponerte
una flor en el pelo su fragancia sería voz, aniversario de la primera vez que
me miré en tus ojos.
Azules de cielos que
cumplen trece años. Morena como la misma sierra, risa que hace vida, falda que se
estrena, miradas furtivas, amigas que te rodean, carpeta que aprietas contra tu
pecho.
Planetas que se
desentienden de su órbita, presentimiento
de un poema, una pena; acercándome voy.
Montañas de ocho mil vienen para recoger el eco; un níspero tiembla, cuentos de princesas se borran
y toman nota.
No aguanto más,
Miñarro, amigo, no te separes de mí. Y como el que se acerca herido, con la
flecha en mitad del alma, sólo te veo a ti, primer día de clase de un curso
nuevo, de un patio que no cabía ni uno más.
Vas dejando tu sonrisa,
vas dejando de hablar, vas dirigiendo cada paso que doy, voy decidido a
quererte para toda la vida, no importa que los océanos guarden tu tesoro, ni
que la luna venga esta noche a llorar, no sé cómo es tu voz, promesa de
felicidad.
Me arreglo el
flequillo, bajas la mirada, se hace el silencio, se rompen los miedos, bailan las
hojas de los árboles y todo se dijo sin pronunciar palabras.
Ayúdame. Miñarro, va a
7º A , no al B. Destino que por una letra nos separa no me lo tengáis en
cuenta. Porque cada curso que empieza, brindo por ella.
Y más aniversarios en la casa de Alson
Y más aniversarios en la casa de Alson
¡Que ingénuos y que hermosos esos amores de la primera adolescencia! Saludos maestro.
ResponderEliminar¡¡¡Que bonitoooooooooooooooooooooooooo!!! y qué bien narrado, con la vehemencia del primer amor.
ResponderEliminarMe has hecho recordar una sonrisa de esas que marcan la vida.
ResponderEliminarMe ha encantado la velocidad que has inyectado a tu relato, la misma bulla que acompañaba esos amores adolescentes.
Besos
TUS PALABRAS DE AMOR SON DESBORDANTES Y LLENAS DE GRACIA JOSE!!
ResponderEliminarCreo, sin temor a equivocarme, que nos has trasladado al amor adolescente de un plumazo!!!
ResponderEliminarOriginal, divertido, tierno, un placer de lectura. Bs.
ResponderEliminarMe ha recordado a aquellos tiempos de pinquitas y túnica blanca con moña azul... Me he puesto nostálgica, es que esos amores tempraneros no se olvidan, son un capullito eterno en el corazón.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Cuánta ternura e inocencia, cuánta juventud, cuánta luz... Bellísimo
ResponderEliminarQué lindo lo escribiste José Miguel, esos cariños tan inocentes que uno quiere que sean para siempre, tan tierno y dulce.
ResponderEliminarUn beso.
Casi se siente latir el corazón apresurado de ese enamorado!
ResponderEliminar=)