miércoles, 23 de octubre de 2013

Aquéllos dibujos animados


Cómo pueden quedarse así, tan a mano, durante tantos años esos momentos de la infancia en que sales del colegio por la tarde, tiras la cartera al llegar a casa, ves a tu madre en la cocina preparando la merienda y tú te pegas a la televisión con Locomotoro, Valentina, Los Hermanos Malasombra… así fuimos, nada de lo que en el mundo sucedía tenía muestra atención.

Magia pura que cuando eres niño no sabes que eso es ser feliz, Heidi jugando al escondite entre el heno que se queda en su pelo, risas azules, pero... nos pasa a todos, también eso se acaba.

Cuando sabe que tiene que abandonar el Edén, sólo se le ocurre subir a lo más alto, aspirar todo el aire de los Alpes de una vez  y soltarlo poco a poco durante el resto de su vida.

 

martes, 15 de octubre de 2013

Los celos


Me habéis hecho llorar mientras iba leyendo vuestros comentarios, poniendo el dedo en cada palabra os he sentío más cerca, en cada vocal, sin excusas de buscar nada que no sea nuestros lazos. Venía emocionao del Pepe Polluelas.

Y ahora ... escribimos sobre los celos, así que sigo llorando, porque eso y hacer  pedacitos un corazón hasta dejarlo como la libra de pan para hacer migas en el campo de Fernando, es lo mismo.

Lo que diga a partir de aquí es confidencial, sólo para nosotros. Lo negaré con fuerza erga omnes.

Voy dando traspiés como niño en sus primeros pasos, asombro de la vida, brazos a medio alzar, equilibrio sin ti no hay, aunque lo busque en el Gin-tonic con un  buen Yantar.

Veo que la tierra  aguanta, y sé  que estará ahí cuando caiga, no pidiendo nada,  eso me tranquiliza, algo.

La quiero tanto, que no demuestro celos porque es tan, tan, que …

Lleva dentro un Pacífico azul, pero azul, azul de los que no  se dan nunca, salvo que la Luna esa noche tenga el mismo contorno de sus ojos; entonces emerge de las aguas, recién peiná, pelo recogido con peineta de coral,  y  por bulerías cuajadas de requiebros que sólo ella conoce, canta:

¡abrazame! , ¡Ay! hazme un laíto en tu cama, que quiero dormir contigo, llamarte por la mañana.

Me conformo con haberla conocido, el roce de sus manos hubiera bastado para llenar mil páginas, más de lo que nunca escribí.   

Quererla más… por hoy, no puedo.

Si me pregunta, mirándome de cerca, como sólo ella sabe hacer … ¿tienes celos?

Está claro que teniendo tan cerquita los Cerros de Úbeda, por allí saldré.

 

 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Jueves de Otoño


Jondo como un cante que nace en los mismos cimientos del agua, verde como el oasis de un recuerdo. Así me desvela un reflejo de la luna de esta noche; con los ojirris todavía entornados y gesto del que busca a tientas no sabe qué, se encuentra con Orión en la ventana, tres estrellas con  ganas de palique,  brillando tan hermosas que me pongo las gafas, que provocación, hay que irse a... 

Un patio cordobés. El que tiene una fuente de aguardiente, allí cogí la manía de beberte, enredá en el perfume de un clavel reventón  que se salía del tiesto. ¡Ay, qué barrio! Luego…

Estuvimos en todos los paisajes más bellos y evocadores del mundo a la vez, eclosión de libertad que no es predecible, rincones para hablar despacio, sin prisa el que más me gustó, no sé cómo se llama, impresionante. Hay que volver…  

Volando que ya huele a guisao y …

En esos recetarios antiguos que nunca acariciamos dejamos de ser parte de lo que pudimos. La esencia de una mayonesa me recuerda que …

Sin ti cuánto pesa la nada, pero...

Decidido a quererte me voy a Jerez para aprender el compás por bulerías, luego leer tranquilamente el libro de María José, top 100 entre los amazón, rodeado de un limonero que tiene el mismo tono que el...

El oro que guarda todas las caricias, de todos los mares y todas sus playas. Entre las arenas de las dunas de Arabia…

Otra vez…

Tropiezo con las mismas palabras cada vez que te recuerdo,  retrocedo tres pasos porque sería una alucinación …

Oigo tu cante, ése que rompe el aire, y lo hace nuevo…

Ñ, jjjosú con la ñ, no encuentro ni una palabra. Eso también me pasa cuando te veo radiante, tan guapa, leyendo junto a la ventana, y te quitas las gafas despacio, reclinas la cabeza y te duermes, ahí es cuando me acerco descalzo y te beso…

Otra vez quedo herido por la nostalgia, qué suerte hemos tenido en esta vida… no la cambio por nada.

miércoles, 2 de octubre de 2013

El Camino


Yo quiero el camino para encontrarme contigo. El camino, esta noche, son unos flamenquines recién hechos, un lomo de orza en aceite de oliva y unos pimientos rojos asados. Aceitunas de cornezuelo, cerveza entre un no parar de hablar de poesía, de historias que ya pasaron, de los primeros te quieros que sentimos clavarse en el alma.

El camino es mirar al cielo y verlo cuajado de estrellas, las mismas que se arreglan cada noche esperando tu mirar y cuando no lo haces, celosas lloran, cómo se consuelan esperando siempre un encuentro en la madrugá.

El camino es un caprichoso del infinito que no quiere la oscuridad, deseo  de verte, cúanto tiempo dura la espera, Sísifo no se cansa en su esfuerzo inútil, porque piensa en ti.

Si alguna vez ese camino se hiciera tan hermoso que entre colinas y valles, bosques y desiertos hicieran que de ti me olvidare un sólo instante, es que también me olvidé de mí.

Si hablando pierdo la senda, si tanta belleza encontrada me fuerza hasta perder la cabeza, será suficiente un soplo de tu cante en el silencio para que por bulerías renazca el roce de tus manos con las mías:

Tú no te imaginas las ganas que tenía de verte.